Lo que habita en mi interior.. (nombre parcial)
29.08.2013 20:57
Aqui les dejo una pizca de mi libro :D 
Capitulo 1
El Asesinato
Probablemente sería despiadado comentar sobre el más profundo sentimiento que se esconde en las entrañas de mis huesos-
dijo una voz masculina dirigiéndose completamente hacia mí, no sabía que podía sentir tanto miedo al mismo tiempo, de pronto la piel de gallina mis brazos y piernas empezaron a expedir sudor acumulado en mis poros no sabía dónde me encontraba era difícil reconocer parte del lugar con mi vista tan nublada, detecte el color verde menta de la pared que estaba enfrente de mí pero apenas podía moverme con las manos atadas a una silla que probablemente era de metal por la temperatura templada del material, me sentía incómoda, solo quería irme pero nadie atendía a mis suplicas, ni siquiera yo misma escuchaba el sonido de mi voz solo el volumen de un par de trompetas que salía de una radio que por la definición parecía ser muy antigua, no sé cómo había llegado allí, todo es era muy confuso, lo último que recodaba era haber discutido conmigo misma y caer en sueño profundo. De pronto ingreso un hombre a la habitación donde me encontraba, traía un par de lentes obscuros y una camiseta blanca por lo poco que podía distinguir vi que traía unos pantalones negros, de pronto mi vista se empiezo a aclarar y observe un tatuaje que le cubría parte del cuello por el lado izquierdo al verlo de frente parecía de un barco, tenia brazos musculosos con un par de venas resaltadas como si acabase de ejercitarse y una espalda muy bien trabajada de pronto dirigió su cara en dirección a mí y removió sus lentes, tenía los ojos negros grandes y muy penetrantes, su mirada parecía de dolor, soltó una pequeña sonrisa macabra y dijo
– que piel tan blanca tienes, ¿o es que estas asustada?
-¿Dónde estoy? ¿Quién eres tú?
Conteste rápidamente
- soy solo producto de tu imaginación – Contesto cambiando su cara poniendo expresión de extrañeza y frunciendo el ceño
– A que te refieres con “soy producto de tu imaginación”
Pregunte mientras me movía forcejeando la cinta con que estaba atada a la silla
– mira Sara ¿alguna vez soñaste despierta?
Me dijo arqueando la ceja hacia arriba
- supongo, pero eso no contesta a mi pregunta ¿Quién eres tú?- conteste nerviosa
-¿alguna vez despertaste en un sueño?- dijo riéndose mientras caminaba hacia mi-
¿Qué significa eso?- dije en tono de insistencia
- todo lo que vez es producto de tu imaginación, es lo que está en tu subconsciente en este momento, significa que estas soñando-
De repente salto de mi cama con una expresión de asombro y con mis manos hechas un nudo. Veo mi reloj el cual marca las 2:35 en la madrugada, odio despertarme a esta hora, siempre tengo la mala costumbre de tomar agua en exceso antes de dormir lo que me hace querer ir al baño en medio de la noche, pero hoy el vaso rutinario que esta encima de mi mesa de noche está casi lleno y por suerte no tengo ganas de ir al baño, con esa pesadilla que tuve tengo suficiente como para no querer levantarme, recuesto mi cabeza en la almohada con forma de oso que me regalo mi abuela para mi cumpleaños número 12 y conforme se mueven las agujas del reloj, así de rápido cierro mis ojos y caigo de nuevo en mi sueño profundo.
Son las seis en punto de la mañana y el ruido intenso de la canción de metallica “whiskey in the jar” me despierta parcialmente, ya que no eh descansado bien, mi cuerpo me pide cinco minutos más y como soy tan complaciente programo mi alarma para las seis con quince, me vuelvo a recostar con mis ojos medio abiertos, que paran totalmente cerrados, faltan tres minutos para las siete y yo sigo tendida en mi cama que no me suelta ¡no puede ser me eh quedado dormida! Es el 17 de enero lo sé porque mi calendario de fotos panorámicas está extendido en mi techo, así que es lo primero que miro cada vez que despierto, pego el salto por el lado derecho de mi cama y quedo sentada con los pies colgando, tomo mi teléfono y reviso mi buzón de mensajes el cual esta vacio, me levanto con mi expresión de queja y sueño, mis pies tocan el piso frio de la mañana que me provoca hacer un mutis, mis pies se acomodan a la temperatura del piso y se dirigen directamente al espejo que esta encima de mi marquesa, mi cara aun tiene varias noches de desvelo pegadas en las bolsas que rodean mis grandes ojos café, esta mañana mi pelo tiene forma de trenza enredada por la noche y mi media sonrisa intenta llegar al otro lado, camino hacia el baño y hago mis necesidades diarias, cepillo mis dientes y entro a la bañera de un brinco, intento apresurarme para no llegar tarde a mi empleo ya que la compañía donde trabajo se mudo al otro lado de la ciudad y el trafico es demasiado pesado para salir de la zona donde vivo, mientras tomo la ducha apresurada suena el teléfono con el ringtone de mi madre, ella llama solamente cuando hay una emergencia, así que salgo disparada con el shampoo cubriéndome la cabeza entera y cuando tomo el teléfono la llamada terminada queda en la pantalla de mi viejo Samsung, todo el mundo se burla de mi viejo teléfono diciendo que debería estar prohibido por ser tan antiguo, de inmediato regreso la llamada al número de mi madre y al segundo tono me contesta con voz de tranquilidad
– ¿bueno? – dice entre riéndose
–mama, soy Sara, me llamaste ¿Qué pasa? ¿Está todo bien? – Digo preocupada
– eh, solamente quería saludarte ¿No puedo llamar a mi hija?- dice como burlándose
-si mama es que nunca me llamas, excepto cuando pasa algo- le contesto en tono acusador
– lo lamento Sara es solo que mi mente está en otras partes ya estoy por morir – dice riéndose casi a carcajadas
- ay mama siempre eres tan exagerada
- ¿entonces estas bien Sara?
- si mama estoy bien ya voy tarde al trabajo ¿te hablo luego?
- no te molestes yo llamare, adiós- dice cambiando su voz a una más seria
-adiós mama te quie..
solo escucho el pitillo de la llamada terminada, salgo disparada hacia mi ducha pero observo que mi teléfono esta casi sin batería y regreso apresurada a conectarlo al cargador que está en mi habitación, ahora si directamente al agua helada que esta esperándome con una sonrisa burlona que dice “estoy fría porque no pagaste el mantenimiento”, son tantas cosas, cuentas y deudas que se me hace difícil recordarlo todo, siempre eh sido algo desorganizada sin embargo la mayoría de veces recuerdo las cosas que considero importantes o bueno mis prioridades ordenadas no tanto como prioridades, como ir a mis clases de capoeira, adoro ese arte brasileño que combina facetas de artes marciales, deporte y música también la expresión corporal, es excitante jamás olvido pagar mis clases, termino de lavarme el cabello, mis partes intimas y restriego mi cara suavemente, salgo de la bañera intentando no resbalar, con lo torpe que soy, es un deporte extremo salir de ahí, oh no el reloj que esta medio colgado al lado del espejo del baños está marcando las siete con veintiséis minutos, ¡rayos! hubiese deseado no despertar en la madrugada para levantarme más temprano, no quiero perder mi empleo y mi jefe es muy exigente, me apresuro y coloco una toalla alrededor de mi cabello mojado y cuando doy el paso para avanzar hacia mi espejo ¡lo que me temía!, mi pie se va de lado y quedo suspendida a lo largo del baño sosteniéndome con una mano de la manecilla de la puerta y la otra del mueble que está debajo del lavamanos uff me salve de un buen moretón en la cara creo que aun tengo buenos reflejos, rápidamente me levanto a cepillar mis dientes medio rectos por mis cuatro años de frenillos y maquillo mi cara pálida con unos polvos que parecen dar algo de color a mis mejillas, sigo mi rutina diaria, seco mi pelo recién cortado que ahora me llega unos tres dedos debajo de los hombros, me pongo mis lentes de contacto y voy directo a mi habitación a ponerme la ropa aburrida de trabajo, hoy eh amanecido con mejor actitud que ayer, no suelo ser muy animada ni expresiva, pero hoy tengo un veinte por ciento de ánimos acumulados en mi rara personalidad, ya son las siete cincuenta y ocho de la mañana, al ver la hora hago una cara exprimida expulsando un mutis con toda fuerza y salgo disparada hacia mi choche Toyota corola azul, que está aparcado enfrente de mi casa rentada, no eh tomado el desayuno, y tengo tanta prisa que eh olvidado el diseño que mi exigente jefe me ha pedido para el nuevo centro comercial que se va a construir al final de la avenida Calos segundo, ¡diablos eh salido sin percatarme que no llevo mi trabajo!, y ya estoy metida en un tráfico infernal no sé si regresar por mi diseño, llegar más tarde y quedarme sin empleo o llegar menos tarde sin el diseño y quedarme sin empleo , mis alternativas se reducen a buscar un nuevo trabajo, creo que voy a comprar el periódico para buscar en el área de clasificados nuevas opciones para no morir de hambre, ¡Dios! Pablo va a matarme, Pablo Sarti, mi jefe, es una persona totalmente antipática, es tan incomprensivo, no escucha el sonido de nada mas que no sea su propia voz a veces pienso que usa la corbata demasiado apretada y no deja que llegue el aire a su cerebro, es el típico idiota que piensa que el mundo gira alrededor de el … no sé si piensa que su pelo rizado mal cortado se le ve sexy o cree que su estilo “moderno” de vestir lo hace ver bien pero ese hombre no tiene límites, la última vez que le sonrió a alguien fue para decirle “estas despedido” ¡maldito seas por hacerme la vida imposible pablo Sarti!. Eh llegado al parqueo de “United builders” que es la compañía internacional de arquitectos donde trabajo, son las ocho con tres minutos, mi hora de entrada es a las siete treinta, ¡no sé que voy a decirle! Entro corriendo por el lobby donde el piso es casi de vidrio, y hay total silencio este es uno de los momentos en los que agradezco no utilizar zapatos de tacón, no podría imaginar el escándalo que mi torpeza y yo haríamos al caminar por este gran pasillo, me dirijo al único elevador que para mi mala suerte tiene una hoja pegada casi cayéndose que dice en letras mayúsculas FUERA DE SERVICIO UTILIZE LAS ESCALERAS ¡Dios alguna otra cosa para terminar de perder mi empleo!? Salgo disparada a velocidad máxima por las escaleras hasta el tercer nivel del edificio, entro por la puerta de la oficina de diseño y noto un impecable silencio, que ha pasado aquí, de repente empiezo a ver agentes de seguridad nacional, bomberos y cuerda amarilla que rodea la oficina de mi jefe la cinta parece de las escenas del crimen como las que aparecen en las películas, parece ser algo serio, yo me quedo parada con cara de asombro mientras un oficial se me acerca y me dice con tono autoritario
– Señorita por favor necesito que me acompañe
- si claro –
contesto sin quitar mi cara de sorpresa, Dios estoy totalmente confundida, sigo al oficial hasta la oficina de Rose Darcy, Darcy es la Encargada de revisión de diseños, es una mujer que sabe lo que quiere, y tiene una gran imaginación ella incluso diseño el nuevo edificio de la compañía, donde nos encontramos, sus hijos vienen a veces acompañándola a trabajar, ya que le cuesta más pues su esposo falleció tres años atrás en un accidente automovilístico en un viaje familiar en Milán, su oficina tiene dos paredes paralelas a los lados que están pintadas de un color salmón que hace que los cuadros con las fotografías de sus hijos y títulos de la universidad resalten en ellas, y una ventana gigante que cubre toda la parte de atrás que da hacia el lado sur de la ciudad haciendo posible una de las mejores vistas del edificio, en la oficina de Rose hay un hombre sentado en la silla de cuero que un par de veces utilice para dormir mientras no había nadie en la oficina, el oficial que me trajo hasta aquí me dice con su voz siempre autoritaria
– tome asiento por favor ¿señorita?
– Gi...Gibbons, Sara Gibbons – contesto balbuceando
– bueno señorita Gibbons , el detective O’donnell le va a hacer algunas preguntas, al terminar por favor quiero que me acompañe la estaré esperando afuera- dijo sin seña de duda
-ok
contesto con tono obediente y sin rechistar, me vuelvo para el hombre que está sentado enfrente de mí, el hombre parece importante, utiliza unos anteojos rayvan que parecen costosos, lleva un reloj rolex en la mano izquierda y unos guantes de cuero negros su traje obscuro y unos zapatos increíblemente lustrados los observo atravez del escritorio de vidrio de Rose
- Bueno, señorita ¿Sara Gibbons cierto? – Dice levantando una ceja
– si esa soy yo – contesto rápidamente
- soy el detective Malcom O’donnell voy a hacerle un par de preguntas- dice entre abriendo la boca de tamaño grande que tiene debajo del bigote canoso recién cortado
- si si- Tengo entendido que usted trabaja aquí
- sí, soy diseñadora de planos específicos- Entiendo.. Cuanto tiempo tiene trabajando aquí srta. Gibbons?
– un año y medio aproximadamente
– Entonces conoce bien al señor Sarti?
- ¿pablo sarti?
– El mismo
– Si claro, ¿qué pasa con él?
– últimamente ¿ah notado nada extraño en él? ¿Alguna forma anormal de actuar? O ¿actividades extrañas en su rutina?
– eh, no... No eh notado más que su típica forma tan pesada de ser
- ¿diría usted que no le agrada?
- bueno es mi jefe y diría que es un idiota pero ¿es algo normal no? Nada personal
– claro, entiendo- dice escribiendo en un fólder color amarillo donde ah estado tomando nota los últimos veinte minutos, el hombre parece concentrado en lo que hace, apenas y levanta los ojos para verme, de pronto en medio del silencio de nuestra conversación nos interrumpe el sonido de la vibración de su teléfono y a la velocidad de la luz ya tiene el teléfono prendido en la oreja y contesta
– Aquí O’donell –dice extremadamente serio
- entiendo, si.. Están seguros?... tienen las fotografías?.. Cuánto tiempo más? Ok Necesito veinticinco minutos y estaré ahí- cuelga sin rastro de amabilidad, se vuelve al folder que sostiene con la mano izquierda mientras pone su teléfono de nuevo en su bolsillo, aun no sé lo que pasa... no me ha dicho casi nada, apenas y me ha mirado, de repente entra el oficial de seguridad y me dice
– Señorita Gibbons venga conmigo por favor- volteo hacia el detective y le digo
-¿eso es todo?
- puede retirarse- contesta sin siquiera levantar la vista, rápidamente me levanto de la silla y voy tras el oficial, vamos caminando por el largo pasillo que está en medio de todas las oficinas, pasamos enfrente de la sala de juntas que esa al lado de la oficina de Rose y como la división es de vidrio puedo ver a todos los trabajadores de United builders sentados prestándole atención a un hombre que no le quita la vista a Rose , hombres, lo primero que puedo notar es que todos están aquí, menos pablo.. Tal vez si hubiese llegado temprano entendería que es lo que está pasando, cuando llego a la puerta de la sala de juntas el hombre que está hablando y parece estar exaltado se voltea hacia mí y dice en tono sarcástico
- ya era hora señorita ¿Gibbons no es así? – Ese hombre como sabe mi nombre, jamás lo había visto, entro a la sala y me siento en mi silla habitual, un poco sonrojada de vergüenza, -sin más preámbulos vamos a dar inicio a la investigación de inmediato- dice saliendo de la sala de juntas mientras el detective O’donnell lo está esperando al lado de la puerta, -¿quién era él?- le pregunto a Bryan que está sentado a mi lado- es otro detective, el señor Harrison- me contesta con su voz ronca y su mirada seria, porque no pude preguntarle a alguien más, Bryan Lennard me odia! Desde que ingrese a trabajar aquí siempre ha sido atento conmigo, hemos salido un par de veces por una copa y me ha dicho varias veces lo mucho que le gusto… y no es que no me guste, es lindo tiene ojos verdes pequeños y unas cejas muy bien definidas, su cabello se le ve bien alborotado además tiene un cuerpo increíble creo que pasa más tiempo metido en el gimnasio que en su cama para dormir, pero su cuerpo tan bien trabajado hace que su piel bronceada se vea tan sexy y combine con toda la ropa tan estilosa que utiliza, pero no soy del tipo de persona que le gustan las relaciones, no soy muy afectuosa y eso es un problema para la gente porque suele ser muy sensible.. Sigo clavada en la silla sin saber que pasa hasta que Rose Darcy se levanta de su lugar donde estaba sentada, y dice
– Bueno creo que todos ya estamos muy bien enterados de lo que ha pasado- me quedo callada para no interrumpirla con un gran signo de interrogación en la frente- bueno excepto tu, Sara- dice sin siquiera sonreír
- ¿qué pasa?- le digo con mi voz de preocupación
- Esta mañana han encontrado a Pablo muerto en su oficina, todo apunta a un suicidio
- ¡¡QUE!! – Respondo con la cara casi torcida
– lo encontró Vivian esta mañana, la pobre esta en el hospital, aun no sale del shock de haber visto esa escena – no quito mi cara torcida, apenas eh podido reaccionar ante la noticia ¡QUE! No puede ser esta mañana solté una maldición hacia mi odioso jefe ¿y ya está muerto?, lo odiaba, pero no le deseaba la muerte
- pe...Pero- trago saliva y aun no puedo hablar
–Todos estamos consternados por la noticia- dice Samuel el chico nuevo que parece un niño pequeño vestido por su madre, al fin logro reaccionar
– pero como ha pasado- digo insistentemente, a lo que rose contesta
– según lo que nos dijo el detective Harrison, Vivian entro esta mañana como usualmente lo hace, pero el coche de pablo ya estaba aquí, entonces fue a su oficina a entregar unos planos y el estaba sentado en la silla de su escritorio con un agujero en medio de la frente, y sus dedos entrelazando el gatillo del arma- me quedo totalmente atónita y no puedo creerlo, -pero el Detective Harrison no cree que haya sido un suicidio, van a empezar una investigación para encontrar un culpable – continua diciendo Rose
– Si es que lo hay – dice Samuel, ese chico ni siquiera debería estar aquí... Es un practicante que estudia arquitectura en la universidad estatal, tan solo lleva un mes aquí y creo que fue la víctima más perjudicada por pablo Sarti, todo paso tan rápido y aun estoy pegada a mi silla de la sala de juntas, El detective O’donnell ya no está y el detective Harrison aun sigue charlando con los agentes de seguridad sobre las posibles teorías de la muerte de pablo, todos estamos comentando sobre el suceso recién sucedido, el detective Harrison entra de nuevo en la sala de juntas y dice
-Todos pueden retirarse, desalojen el edificio y el día de mañana pueden regresar a sus labores
Al instante el Detective Harrison se le acerca a Rose y le dice algo en el oído, ella solo se ríe incomoda y le dice
– en otra ocasión señor Harrison
El detective vuelve a su cara tan seria y sale inmediatamente por el pasillo, Creo que le ha invitado a salir, pero Rose solo tiene ojos para sus hijos y nunca pensaría en meter un hombre a su vida, además no creo que el señor Harrison haya sido muy oportuno, con toda esta situación todos estamos desconcertados. De pronto los años 60´s personificados aparecen en la puerta de la sala de juntas con una falda color musgo combinada con rojo que le da hasta los talones, una blusa blanca metida en la falda que está sostenida por un cinturón rojo y unas sandalias rojas, es Violeta Flanigan, es la persona más optimista que conozco, siempre esta sonriendo, y nunca se quita sus gafas, tiene mucha personalidad, incluso en momentos como este hace que las personas sonrían con alguna que otra tontería que siempre se le escapa,
- propongo que todos vayamos al hospital a ver como sigue Vivian- dice violeta con su media sonrisa y abriendo sus ojos que son gigantes, pone una cara demasiado chistosa que es casi imposible no reírse y en coro todos soltamos la carcajada y Bryan le dice sarcástico
–ay violeta tu siempre tan seria
–Lo sé - le contesta ella sin quitar su cara agraciada
-oigan ya que no tenemos que trabajar y sabiendo que ha pasado una tragedia todos deberíamos ir- dice Bryan con su voz tan sexy, al parecer a nadie ah afectado la muerte de pablo, es como si a nadie le importara, todos nos hemos portado indiferentes ante la noticia, creo que eso sucede cuando se es una persona tan antipática y egocéntrica
–Si Bryan tiene razón, deberíamos ir todos- dice rose en tono autoritario y asentando con su cabeza, todos de pronto se levantan y murmuran que están de acuerdo con la propuesta de violeta
– A eso me refería, por eso no cambio a mi equipo- dice violeta sin dejar de sonreír ni por un segundo todos nos dirigimos a la salida del edificio bajando por las gradas protestando por la falta de mantenimiento del ascensor, vamos caminando todos excepto Samuel, nadie pone atención a la ausencia del muchacho, creo que soy la única que lo ha notado, salimos por la puerta principal y llegamos a los parqueos, -si quieres puedes venir conmigo- le dice violeta a Bryan en tono dulce y con una cara de Idiota enamorada, a violeta siempre le ha gustado Bryan pero él nunca se ha percatado de eso ya que siempre ha estado intentando salir conmigo, como su auto esta averiado tiene un poco más de la semana de estar viniendo en autobús y obvio ella se aprovecha de la situación -claro que quiero- le contesta Bryan mientras se voltea hacia mi guiñándome el ojo, ¡Entiendo lo que intenta hacer! Quiere darme celos el muy iluso, dos de mis compañeros suben en mi viejo corola, mientras salgo del parqueo veo un par de patrullas y el carro designado del ministerio que se encarga de los casos en los que hay cadáveres, ¿cómo no pude percatarme de eso cuando ingrese al parqueo?, venia tan nerviosa por mi diseño que se encuentra descansando en la mesa de mi comedor que ni siquiera note las patrullas que estaban en el lugar de aparcamiento, vamos directo al hospital, mientras cruzamos la 63av y calle Roses Violeta me rebasa y pasa pitando en su “new beatle” amarillo, y me hace muecas, Bryan solo se ríe a través de la ventana. Hemos llegado al Hospital después de quince minutos de silencio incomodo, aparco mi coche en el estacionamiento al lado del parqueo para los incapacitados a modo de quedar cerca de la puerta del hospital “Freemont Giliard” estoy parada al lado de mis compañeros de trabajo esperando que Bryan, Violeta bajen del new beatle, pero parece que están teniendo una conversación amena ya que a través de la ventanilla observo sus carcajada, bueno es Violeta Flanigan cualquiera estaría riendo en el lugar de Bryan, luego después de que al fin se termina su alegre platica, ambos bajan del coche y se dirigen hacia mí, Rose viene detrás de ellos ya que ha dejado su coche un poco más lejos de la entrada, todos sin palabras y con medias sonrisas en las caras empezamos a caminar hacia adentro
–Yo Pregunto donde esta Vivian!! - grita violeta adelantándose y dando pasos de gigante, ella es siempre muy acelerada, cuando todos nos acercamos a la sala de espera, Violeta nos hace señas exageradas desde un pasillo por qué no puede gritar y Rose dice entre riéndose
– Deberíamos trabajar en un hospital, para disfrutar del silencio de violeta- todos soltamos la carcajada y nos dirigimos hacia la habitación 19 en donde se encuentra Vivian.
Nunca eh sido muy fanática de los hospitales, en primer lugar no me gusta el olor que despiden las medicinas, ni siquiera me gusta tomar medicamentos, los hospitales me dan miedo, solo de pensar cuanta gente ha muerto aquí, se me pone la piel de gallina, además odio el hecho de saber que fue en un hospital donde perdí a mi hermana, fue hace mucho tiempo, cuando vivíamos en Alemania, yo tenía siete años y mi hermana mayor estudiaba para medico, ella tenía veinticinco y estaba terminando su cuarto año de la carrera, yo acostumbraba a llevarle el almuerzo los miércoles con mi madre, ella nos esperaba en la entrada para recibirlo, siempre con una sonrisa de lado a lado, y fue un miércoles de noviembre cuando el destino tomo un rumbo diferente, cuando llegamos con mi madre, ella no estaba ahí, entonces yo entre corriendo al hospital y una de las enfermeras me detuvo de un jalón de brazo, todo el ambiente parecía sacado de una película de terror, toda la gente tenía la cara de preocupación más genuina que jamás había visto, a jalones logre arrancarme de los brazos de la enfermera y por alguna razón que desconozco sabía exactamente a dónde dirigirme, de un golpe empuje la puerta de una habitación y ahí estaba ella totalmente desfigurada de tanta quemadura que había en su cara, y en todo su cuerpo, en ese momento no sabía cómo reaccionar, no sabía si llorar o salir corriendo a abrazar a mi madre que venía corriendo detrás de mí cuando mi madre entro a la habitación soltó de repente un llanto que jamás en mi vida había escuchado y al mismo tiempo gritaba
– QUE PASO AQUÍ!!!!! QUE ALGUIEN ME EXPLIQUE PORFAVOR
-Tranquilícese por favor- suplicaba una de las enfermeras mientras caminaba hacia nosotras una de las mejores amigas de mi hermana que traía una cara inexplicable, los ojos llenos de lagrimas y su pelo negro alborotado, se quedo estancada en la puerta de la habitación y dijo con la voz totalmente quebrada
– Fue un accidente señora nightlift, le juro que intente salvarla pero no pude hacer nada- se estalla en llanto mientras mi madre se le acercaba llorando con la misma fuerza,
- que fue l que pasó Ana- dijo mi madre con la voz más entrecortada que nunca
-Ma y yo estábamos atendiendo un paciente, cuando Robert nos llamo para que le ayudáramos con unos tambos de gas que estaban entregando en la puerta trasera de la bodega, Sara se quedo sosteniendo uno de los tambos adentro de la bodega mientras Robert y yo traíamos los demás, cuando reingresamos a la habitación, Sara se veía un poco pálida y al instante le pregunte si l sucedía algo, ella solo dijo, que por un momento se sintió un poco mareada pero nada más entonces yo deje el tambo en el suelo y ella lo dejo caer, de pronto la habitación estallo en llamas y la intente sacar lo más rápido que pude pero fue demasiado tarde-
-Mi hija!- contestó mi madre sin consuelo alguno
-fue una quemadura de tercer grado- dijo Ana intentando no seguir llorando
-¿va a mejorar? ¿Se va a poner bien mi niña? Decía mi mama con sus ojos llenos de lagrimas, en ese mismo instante el pitillo de la maquina que marca los latidos dejo de pausarse y ahí mismo perdimos a mi hermana! Creo que para una niña de siete años eso es suficiente trauma para el resto de su vida, todas la energía que le quedaba a mi madre se fue apagando poco a poco, y sentí que debía ser fuerte para darle fuerzas a ella, así eh pasado toda mi vida intentando que aquel suceso no le afecte mas, y hasta ahora creo que he hecho un buen trabajo.
De pronto todo mi cerebro reacciona y tengo a Bryan Lennard a mi lado preguntándome si estaba bien
-claro, es solo que mi cerebro quedo en blanco por un momento- le dije actuando un poco más seria de lo normal,
-está bien- contesto en tono sarcástico, y siguió caminando con los demás, mientras yo seguía divagando un poco también seguí caminando hasta llegar a la habitación donde estaba Vivian y donde ahora estaban todos mis compañeros de la oficina, la típica habitación con las sabanas color blanco impecable, cada uno de los aparatos y maquinas hospitalarias en su lugar, una televisión de pantalla plana, mucho mejor que la que está en mi sala, un vaso de agua en la mesita al lado de cama alta donde se encuentra Vivian, la habitación en la que se encontraba era compartida, pero hasta el momento no había otro paciente acompañándola, se veía tranquila, o bueno eso creí hasta que violeta le pregunto
-¿estás bien Vivian? ¿Cómo te sientes?- jamás vi a Violeta actuar tan seria, a lo que Vivian contesto
– yo… yo…- y empezó a llorar, fue muy extraño escuchar que Vivian no podía hablar, Rose se acerco a ella y la tomo de la mano,
-todo irá bien Vivian, se que estas asustada… pero todo va a estar bien- le dice con mucha tranquilidad, obviamente era la más apropiada para hablar con ella, es la voz de la experiencia personificada en un cuerpo muy bien trabajado y una cara muy bien cuidada. Todos hemos cambiado nuestra actitud desde que entramos al hospital, como si cada uno tuviera alguna historia en su cabeza por la cual no quisieran estar aquí, incluso violeta al estar parada en esta habitación parece haberse ido a algún otro lugar muy lejos de la realidad, No sé que habría hecho si fuera yo la que hubiese encontrado el cuerpo de Pablo, creo que estaría incluso peor que Vivian, es algo impactante que te deja los pelos de punta, aun sabiendo que fue tu jefe, el que odiabas, al que muchas veces tiraste una que otra maldición, hay cosas que son normales en la vida de las personas y esta no es una de ellas, creo que la mayoría de gente no se levanta preparada para encontrar el cadáver de alguien y seguir con su vida normal, simplemente no es parte de la naturaleza. Bryan ha estado muy callado desde que entramos a la habitación, y tengo muchas ganas de preguntarle si está bien, pero sé que no es un buen momento, además es muy probable que no me conteste de la mejor manera sabiendo la forma en la que yo le conteste cuando sonaba preocupado por mí, creo que esperare un poco hasta encontrar el momento indicado, todos nos quedamos en un silencio un poco incomodo mientras Vivian empieza a llorar.